Cualidades para un buen sysadmin, por Wardog
Cito la respuesta de Wardog a una pregunta muy concreta que le hace un lector de su blog, «Si tu quisieras contratar un nuevo sysadmin ¿que cualidades valorarias mas?». La respuesta y explicacion me encanta, por ello la comparto con vosotros:
No sé si soy yo el más adecuado para contestar a tu pregunta porque siempre he estado en el bando de los contratados y aún no me he visto en la tesitura de tener que contratar a nadie. Sin embargo, sí me han contratado incluso sin pedir trabajo, que mola más porque te sientes un poco como los fichajes del frúngol.
Por eso te hablo desde mi experiencia como asalariado de gente que contrata, y que si lo hace, lo hace por algo. El perfil de un administrador de sistemas es un poco raro. Hay trabajos muy bien pagados en los que se te pide que tengas un nivel alto de una especialidad. Todos sabemos de los Emececosas y los Ciscoboys que «sólo hacen una cosa» y les pagan habitualmente bien por ello.
Sin desmerecer los conocimientos arcanos de estos señores, auténticos gurús de su especialidad, me permito el lujo de decir que es un trabajo un poco aburrido y no me dedicaría a ello. Al menos por ahora prefiero seguir siendo aprendiz de todo y maestro de nada.
No soy especialmente bueno en nada, pero sé un poco de todo. Me encanta aprender cosas y muchas de las cosas que sé las sé tan superficialmente que a veces sólo sé que existen. Y creo que esa es mi gran baza: sé que las cosas existen. Luego puedes usar un manual si quieres. Pero la curiosidad y las ganas de aprender son una cualidad que, quien contrata debe tener presente. ¿De qué te sirve un sysadmin que no se preocupe de renovar y de cuestionar sus conocimientos? ¿Acaso la informática no es una profesión constantemente en renovación?
La curiosidad es una característica muy valorable. Otra es la sensatez. No queremos a un tío tan curioso como para que haga pruebas en el entorno de producción. No. Hay que tener cabeza y separar el trabajo del placer. La sensatez lleva al uptime y el uptime lleva al reconocimiento (si quien te manda sabe de qué va el tema, si no, lleva a que seas un puto vago).
Yo valoro en un sysadmin la desconfianza también. Uno nunca es lo suficientemente paranoico en esta profesión. La seguridad es cada día una necesidad más importante en la operativa de las empresas. La información ha de protegerse, pero ya no sólo la información, sino los recursos. Un virus cualquiera puede causarte un gasto de recursos y daños en los accesos a internet, por ejemplo, que te tumbe la empresa en un momento dado y eso no se puede permitir. Un buen sysadmin tiene que ser un poco paranoico, un poco espía, un poco policía, un poco juez y, sobre todo, muy hijo de puta. Repite siempre este mantra: paranoia, paranoia, paranoia.
Si la empresa no es demasiado grande, seguramente te asignen muchas funciones, entre las cuales tendrás la inconmensurable suerte de tener que atender a los usuarios. Hay que tener mucha mano izquierda con la gente. Yo antes pensaba que el que hubiese tanto burro suelto en los despachos que no sabe manejar su principal herramienta de trabajo era por culpa de la «brecha digital». Pensaba que era gente mayor a quien la informática no le había alcanzado, sino atropellado. Y no. La gente joven que se incorpora sabe usar un navegador y no muy bien. Es desgana y desidia. Y aún así has de tener paciencia a veces. Y ser amable. Por lo menos al principio, con cada uno de ellos. Al final, indefectiblemente, terminarás siendo el tío más desagradable y del que peor concepto tienen en la empresa. Pero eso, al que te paga le da igual porque haces que el trabajo salga.
También valoran mucho la lealtad. Se da la circunstancia de que se nos involucra tanto en la marcha de la empresa que se nos da, sin pedirlo, información muy sensible. Hemos de tener un código ético lo suficientemente fuerte para no usar esa información en contra de la empresa. Sería muy fácil, en un momento de arrebato empezar a sacar trapos sucios si las relaciones con la empresa se tuercen, pero diría muy poco de tu ética profesional. Jamás hablamos de otras empresas. Es como hablar de otras novias, no gusta.
Una empresa de desarrollo en la que trabajé me enseñó que el demonio está en los detalles. Antes de trabajar ahí, me conformaba con que las cosas funcionasen bien. Después de ver lo que puede pasar por dejar un fleco suelto, me volví un tiquismiquis de cuidado y puedo invertir dos horas en cualquier detalle en apariencia insignificante, pero siempre será verdad que «lo bien hecho bien parece». Ésto no lo valoran nunca, y te puede costar un poco de cordura quizá, pero a la larga es muy de agradecer cuando un detalle minúsculo te salva el culo.
Sé maniático con el orden y la documentación. No hay nada que de más tranquilidad a un posible empleador que saber que, si mañana te cae una maceta en la cabeza y te deja gilipollas y escupiendo sangre para el resto de tu vida, él sea capaz de seguir trabajando al día siguiente.
Y sobre todo, sobre todas las cosas, sé un vago redomado pero no lo digas en la entrevista, ya se enterarán. Nada te abrirá más puertas ni te dará más éxitos. Nadie como un vago para resolver un problema complejo de la manera más eficiente y elegante posible. Nadie como un vago para automatizar procesos y evitar tareas repetitivas. Los vagos son la pimienta de la profesión. Las empresas no quieren administradores que sepan solucionar una y otra vez el mismo problema o el mismo problema con ligeras variantes. Quieren a un administrador que sea lo suficientemente vago como para impedir que se vuelva a repetir. Un administrador trabajador y voluntarioso hará el inventario de soft y hard a mano. Los vagos automatizamos el proceso. Los trabajadores instalan programas equipo por equipo. Los vagos desplegamos con alegría instalaciones automatizadas. Los trabajadores van a arreglar el equipamiento. Los vagos podemos acceder remotamente y arreglar lo que sea, ya sea un router, un puesto, un thin client, una PDA, un servidor, la centralita o la máquina de café.
Los trabajadores están todo el día ocupados trabajando. Los vagos podemos dedicar muchos ratos a aprender más cosas. Ésto ninguna empresa lo pedirá nunca porque no sabe que lo quiere. Pero, en mi opinión, es la característica más importante de un buen administrador de sistemas. Y, con diferencia, la que más trabajo te va a dar.